Alimentación en verano y salud: cómo evitar ganar peso

El verano es un tiempo de alegría, descanso y, por supuesto, comida deliciosa. Pero, ¿cómo mantenernos en forma y saludables mientras disfrutamos de todos los placeres culinarios de esta temporada? Vamos a explorar cinco aspectos beneficiosos y cinco desventajosos de la alimentación durante el verano

A Favor:

1. Frutas y Verduras de Temporada: En verano, los mercados se llenan de una gran variedad de frutas y verduras frescas. No solo satisfacen nuestras necesidades de vitaminas y minerales, sino que también ayudan a calmar los antojos de dulces sin recurrir al exceso de azúcar. Sin embargo, las investigaciones muestran que el consumo de frutas también puede contener una cantidad considerable de azúcar. Por ejemplo, el consumo descontrolado de fructosa puede aumentar el riesgo de desarrollar el síndrome metabólico.
2. Proteínas Ligeras: Los mariscos, las aves y los productos lácteos bajos en grasa son excelentes fuentes de proteínas ligeras. Mantienen la masa muscular y proporcionan una sensación de saciedad a largo plazo. No obstante, el consumo excesivo de proteínas puede ejercer una carga adicional sobre los riñones y estar relacionado con el deterioro de la función renal en personas predispuestas
3. Verduras y Ensaladas: El verano es la época perfecta para disfrutar de ensaladas y platillos con hojas verdes. La amplia variedad de vegetales de hojas y verduras añade frescura a las comidas y nos brinda nutrientes fitoquímicos esenciales. Sin embargo, es importante recordar que las ensaladas pueden contener aditivos y salsas ricas en calorías y azúcar, lo que reduce su utilidad
4. Hidratación con Agua: Mantenerse hidratado es esencial durante el calor. Beber suficiente agua no solo reduce el apetito, sino que también mejora el metabolismo. Sin embargo, beber grandes cantidades de agua durante las comidas puede tener un efecto negativo en la digestión y la absorción de nutrientes.
5. Sustituciones Saludables: Cambiar los alimentos fritos y grasos por opciones a la parrilla, al horno o cocidas al vapor puede reducir la ingesta calórica y conservar el sabor de los platillos. No obstante, algunas investigaciones indican que los alimentos fritos pueden contener más antioxidantes, lo que les confiere ciertos beneficios.

En Contra:

1. Helados y Postres: En verano, es tentador refrescarse con helados y bebidas dulces. Sin embargo, a menudo contienen cantidades considerables de azúcar y aditivos, lo que puede llevar al aumento de peso y problemas dentales.
2. Comida Rápida y Callejera: Los picnics y la comida callejera pueden ser deliciosos, pero suelen ser ricos en grasas saturadas y azúcares añadidos. Consumir regularmente comida rápida puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares y sobrepeso.
3. Cócteles Alcohólicos: Las bebidas alcohólicas pueden tener muchas calorías y afectar el metabolismo. Además, el alcohol puede disminuir el control del apetito y llevar al consumo excesivo de alimentos calóricos.
4. Alimentos Enlatados y Salados: Los productos enlatados con alto contenido de sal pueden elevar la presión arterial y aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas.
5. Excesos en Celebraciones: Durante el verano, abundan las festividades con una gran cantidad de comida. El exceso en la comida festiva puede resultar en un aumento rápido de peso. Intenta controlar las porciones y opta por platillos más ligeros.

En resumen, todas las delicias del verano se pueden disfrutar sin perjudicar la salud. Una alimentación consciente, la moderación y la elección de alimentos saludables ayudarán a mantener la figura y el bienestar durante toda la temporada.